Fechados en los tiempos de la ocupación romana en Egipto, los retratos de «El Fayum» son unas pinturas que cubren los cuerpos momificados para su enterramiento, encontrados en la región egipcia de «El Fayum», de ahí el motivo del nombre.
Los retratos tenían que ser lo más parecidos al difunto para así poder ser reconocidos tras su muerte, estaban realizados en dos técnicas pictóricas diferentes , al temple y mayoritariamente a la encáustica.
La característica de la encáustica es el uso de la cera como aglutinante para los pigmentos, una mezcla densa y cremosa que se aplicaba con un pincel y una espátula caliente terminando puliendo la pieza con trapos de lino sobre una capa de cera caliente previamente extendida para protegerla (a este termino se le conoce como encaustización).