En el aniversario de los 400 años del nacimiento del arquitecto suizo Francesco Borromini, se hizo en su honor y a una de sus construcciones más famosas, en el lago Lugano de Suiza en el año 1999 una reproducción de la iglesia de San Carlo alle Quaattro Fontane de Roma.
Fue encargada al arquitecto Mario Botta en colaboración con la «Università della Svizzera Italiana» y fue una replica exacta de la iglesia, eso sí realizada con más de 35.000 tableros de madera moldeados para que encajen en esta gran «escultura efímera» de 33 metros de altura y 90 toneladas de peso que por desgracia se desmanteló en el 2003.
«Morir de amor», esta sería la expresión que mejor define una de las obras más famosas y populares de Richard Wagner, «Tristan und Isolde».
Historia de la ópera
Aunque fue compuesta por Wagner entre los años 1857 y 1859 esta basada en la leyenda medieval bretona que escribió Gottfried von Straßburg hacia el año 1210, que narraba la historia de amor entre el caballero de la mesa redonda Tristán y la princesa irlandesa Isolda.
Esta obra tampoco existiría, sino fuese a parte de por la leyenda dicha antes por otros dos motivos, el primero de ellos la influencia del profesor y filósofo del antiguo reino de Prusia, Arthur Schopenhauer. Pero lo que de verdad fue el causante e inspiración de este gran «drama musical» fue el romance, el amor no correspondido que tuvo con Mathilde Wesendonck.
En el año 1849 Wagner se ve obligado ha abandonar Dresde tras ordenar su arresto por haber participado en la revolución de Mayo, se va solo, sin su esposa Minna y se trasladará a Zurich en donde conocerá a Otto Weswndonck que fue un rico comerciante de seda que defenderá y financiará al compositor alemán durante muchos años. Fue en este momento cuando conoce a la «culpable» que le llevará a escribir esta ópera, la esposa del mismo comerciante Mathilde Wesendonck.
Mathilde fue la primera en sentirse atraída y enamorarse del compositor, es en este periodo en el que Wagner estaba trabajando en la ópera del «Anillo del Nibelungo» y ya comenzaba a interesarse por la leyenda medieval de Tristán y Isolda. Pero no fue hasta agosto del año 1857 que abandonó otro de sus grandes trabajos «Sigfrido» para centrarse únicamente en el libreto de la ópera que terminaría el 18 de Septiembre en la Villa de Wesendonck, que fue en donde durante todo su trabajo vivió el «romance» con Mathilde, algo que aun a día de hoy se desconoce si fue platónico o consumaron su amor.
Pero esta efímera historia de amor se convirtió rápido en todo lo contrario, recordemos que Wagner estaba aun casado, y su mujer Minna interceptó las notas que se escribía con Mathilde, el intentó defender lo que era obvio, pero todo fue a peor para el compositor cuando Otto Wesendonck se llevó a Mathilde a Italia. En el 1858 Wagner se traslada a Venecia y decide olvidar a su esposa Minna y Mathilde aunque la segunda por obligación más que por que el no la quisiera.
Será en Venecia donde terminará el segundo acto de Tristán en el Palazzo Giustinian, y como aun estaba condenado de arresto y temía su extradición se trasladó a Lucerna, donde terminaría el último acto de la ópera en agosto del 1859.
Argumento
En tres actos veremos una historia de amor entre dos personajes, los mismos que dan título a la obra, Tristan e Isolda.
Isolda junto con su sirvienta Brangania están embarcadas en el barco de Tristán con rumbo hacia su prometido el Rey Marke de Cornualles. Tristán fue el mismo que dio muerte al antiguo prometido de Isolda, Marold, pero ella desconocía que Tristán en realidad era también Tantris, el mismo al que ella no fue capaz de matar en un momento de debilidad que este estaba mal herido. Pero ella procuró su muerte encargando una poción a su sirvienta que en vez de veneno era una pócima de amor incondicional.
Tristán e Isolda, ya llegados a su destino descubrirán el amor que se tienen el uno al otro, pero el Rey Marke es avisado por sus caballeros de las miradas que se tienen el uno con el otro. En una larga noche de pasión que pasan los dos amantes juntos, son descubiertos al alba por Marke y sus hombres en donde los encuentra abrazados, momento en el que se enzarzarán en una lucha en donde Tristán será herido de muerte por Melot el caballero más leal del Rey Marke.
Kurwenal subalterno de Tristán, se lo lleva a su castillo de Kareol en Bretaña, en donde avisa a un pastor que este atento por si ve llegar a Isolda que será la única capaz de salvar a Tristán de su muerte. Al fin Isolda esta de camino, Tristán emocionado la ve llegar y se arranca los vendajes hasta que ella llega, pero ya es demasiado tarde y el muere pronunciando el nombre de Isolda por última vez.
Kurwenal se enzarzará en una última lucha de venganza contra Melot que ha llegado junto con Marke para llevarse a Isolda, pero aunque lo mata también termina muriendo él mismo. Marke aprecia a Isolda derrumbada junto al cuerpo sin vida de Tristán, y el también llorará su muerte ya que aunque traidor también fue una de sus mayores amistades y caballeros más leales.
Y en ese momento en el que parece que Isolda recobra un poco de fuerza, muere, pero muere por que no puede estar con Tristán, muere de amor por no poder estar con quien había prometido estar para toda la eternidad.
Tristan und Isolde llega al Liceu
Del 28 de Noviembre al 15 de Diciembre llega al Liceu con la puesta en escena de Àlex Ollé de «La Fura del Baus» con la caracterización de los personajes y la escenografía de Alfons Flores y las video proyecciones de Franc Aleu, con el ideal wagneriano de «obra de arte total».
En el 2013, James Nizam presentó su obra «PIRÁMIDE» en la galería Brooffield Place (Vancouver).
Nizam es un artista efímero que altera el espacio en el que trabaja, utiliza la luz en todos sus trabajos como tema principal para lanzar su mensaje artístico al mundo y es un amante de la cámara de fotos analógica, con las que hace que sus obras perduren a través del tiempo.
A simple vista engaña al espectador, creyendo que es una escultura física en donde pueden haber diferentes tubos de luz o fluorescentes, pero que en realidad es un foco con neblina generada artificialmente y una serie de espejos colocados estratégicamente para conseguir esta forma piramidal exacta.
La idea de que sea una pirámide, es por las antiguas teorías de la percepción, que se explican normalmente en forma de dibujo con un triángulo o pirámide cuyo vértice se inicia en el ojo del espectador y se extiende la base hacia el exterior al objeto que se esta visualizando.
El día 08 de Agosto del año 2014, el artista chino Cai Guo-Quiang presentó su exposición «Elegy», con un sorprendente castillo de fuegos inaugural delante de la «Power Station of Art» en el río Huangpu de Shangai. Cai es uno de los artistas contemporáneos con más renombre y fama internacional, gracias a sus creaciones artísticas realizadas con pólvora.
El artista inicio sus estudios en la academia de teatro de Shangai, pero fue mientras vivió en Japón que comenzó a experimentar con la pólvora y el papel, y de ahí nació su inspiración en crear estas grandes obras en donde transformaría el cielo en un lienzo gigante, en donde la pólvora y los polvos de colores serían «el carboncillo y la pintura».
Cai es un artista polivalente que nos sorprende realizando «performances», vídeos, dibujos y composiciones escultóricas entre otros muchos trabajos, pero lo que para el es de verdad importante es el poder interactuar con el público, algo que viene influido por sus estudios en escenografía teatral.
Desde sus inicios quiso innovar y desvincularse del arte tradicional chino, buscando inspiración en el universo y en las grandes explosiones cósmicas, siendo un fan del trabajo de Carl Sagan.
Le encanta relacionar sus obras con la energía de la destrucción para dar vida de nuevo a la creación y en como la pólvora, algo utilizado para la guerra se transforma para dar expresión al arte y a la belleza.
Walter de María ( 1935- 2013) era un artista estadounidense que trabajaba la ilustración, la composición y lo que más le caracterizó el «land art», que consiste en el uso del entorno natural para hacer ahí su manifestación artística.
Fue a finales de los años 60 cuando abandonó su estudio en el «Soho» neoyorquino para trasladarse para profundizar y trabajar en espacios abiertos, como por ejemplo el de la obra que presentamos en el desierto de Nuevo México.
El Campo de Relámpagos fue una instalación efímera creada en el 1977. Consistía en cuatrocientos postes de acero pulido entre cuatro y ocho metros de altura colocados de manera ordenada en una cuadricula de casi dos kilómetros cuadrados, y en el que todas las puntas de los postes se encuentran al mismo nivel ( por eso la diferencia de altura).
El artista lo compuso de esta manera, en la vasta llanura del desierto para que en las frecuentes tormentas del desierto actuaran como verdaderos pararrayos atrayendo los relámpagos hacia sí.
Esta es una de las obras del artista que más fama y repercusión ha tenido. Una idea original y maravillosa que cautiva al espectador al ver como el genial De Maria a utilizado la naturaleza como lienzo y pintura creando algo que hipnotiza en el que el cielo, la tierra y las condiciones atmosféricas que tanto nos sobrecogen a veces, en esta ocasión nos dejan unas imágenes de una belleza cautivadora.
Coincidiendo con la 24ª edición del Sónar ( festival de música electrónica de Barcelona), no podríamos dejar pasar la oportunidad de hacer un homenaje a este artista musical de reconocimiento internacional, que aunque este año no participe si lo ha hecho en ediciones anteriores.
Jean-Michel Jarre nace en Lyon el 24 de Agosto de 1948, en el seno de una familia apasionada de la música como es el caso de su padre, el compositor Maurice Jarre que compuso obras para películas como «Ghost», «Lawrence de Arabia» o «Dr Zhivago» entre muchas otras. Ya a una edad temprana demostró tener un don magistral para la música tocando el piano y alternando sus estudios con clases en el conservatorio de Paris. Si bien hacéis cálculos de su año de nacimiento veréis que se topó de golpe con uno de los movimientos musicales más trascendentales y importantes de la historia de la música, coincidiendo con los años sesenta con los grandes grupos que hubieron en Estados Unidos y Inglaterra, grupos de «Rock y rebeldía» que lo más importante fue el cambio de mentalidad que suponía en todo lo que se había creado hasta el momento musicalmente.
Formo parte de varios grupos de música, inspirados principalmente por «The Beatles», hasta que al final en el año 1968 en Paris se unió al grupo de investigación musical de Pierre Shaeffer, en donde trabajo con un «intstrumento» totalmente nuevo en Europa, el sintetizador.
Desde el momento en el que el artista comenzó a trabajar con el sintetizador ya nada volvió a ser como antes, quedó dulcemente atrapado por la magia que podía sacar de estos «aparatos» electrónicos que parecían venidos del futuro, en el año 1970 sacaría su primer disco y en un año más tarde sería el músico más joven en tocar en la Opera de Paris con su obra «Aor» ( Luz), que sirvió para la danza de un ballet y para la reinaguración de el «Palais Gardnier».
Creó su propio estudio de grabación ( el que se ve en la imagen), y empieza a componer temas para la gran pantalla y lanza su primer gran éxito internacional «Oxygene», vendiendo más de seis millones de copias rompiendo récords de ventas.
A partir de ese momento comienza a tener multitud de éxitos de todo tipo, como el premio de «La Academia Francesa de Charles Cros», la revista «People» lo reconoció como hombre del año, y incluso sale en el «Libro Guiness de los Records» por el concierto que realizó en la Plaza de la Concordia de Paris el 14 de Julio de 1979, por ser el concierto con más asistencia. También en el 1981 es nombrado miembro honorario del «Conservatorio de Música de Beijing».
Sin duda Jean-Michel Jarre es uno de esos grandes genios en vida que pasarán a la historia, por su innovación y espíritu joven y constante, que trabajan en construir cosas nuevas y no deja de sorprenderos con el paso de los años.
Un artista que da gusto de escuchar y también ver por sus grandes puestas en escena y sus siempre mágicos instrumentos que parecen de otro planeta como la fantástica arpa electrónica.
En el año 2015 se presentó en la galeria de arte de North South Wales (Sidney), la exposición «Aventuras con forma en el espacio», y una de las obras que más repercusión tuvo fue la de la artista australiana, Nike Savvas con su obra «Atomic: full of love, full of wonder.»
Fue en la etapa en la que la artista Savvas vivía en el incoloro, gris y nublado Londres cuando se inspiró en la creación de la obra recordando su Australia natal, con colores totalmente opuestos de tierra roja, brillante neblina de calor y grandes panorámicas de cielos azules.
Es un conjunto de cincuenta mil bolas de poliestireno de colores, las bolas vibran con las corrientes de aire generadas por 10 ventiladores y simulan un campo de colores cálidos esparcidos por el interior del recinto.
Miguel Chevalier es un artista francés con gran renombre internacional por ser uno de los pioneros en el uso de la tecnología para desarrollar sus proyectos artísticos utilizando el arte visual.
Nace en México en el año 1959, y desde pequeño ya está influenciado no solo por que su padre fuera un académico historiador, sino por el contacto que tuvo en círculos creativos e intelectuales de México, donde conoció artistas como Luis Buñuel o Luis Barragán entre otros, algo que sirvió para estimular su despertar artístico.
A partir del año 1978 ya comienza a interesarse por el uso de la informática y la tecnología como medio de expresión artística, abordando la cuestión de inmaterialidad en el arte y la lógica inducida por el ordenador.
En el año 2015 la prestigiosa Universidad de Cambridge lo invito a participar con motivo de una campaña para recaudar fondos y acompañar a profesores y alumnos que han logrado éxito en sus departamentos, con la participación estelar del físico Stephen Hawking.
Chevalier creó diferentes proyecciones para cada una de las diferentes materias expuestas como, salud, biología, neurología, física … Todo proyectado en la capilla de la universidad, uno de los ejemplos más importantes de arquitectura gótica de la Inglaterra del siglo XVI.
En sus proyecciones hay un gran colorido, formas geométricas y dibujos cósmicos que contrastan con las vidrieras y los maravillosos relieves que vemos en el interior de la capilla, haciendo que se fusionen arte y ciencia en una experiencia mágica y espiritual.