Fundada en el 1194 la cartuja de Escaladei es la primera construida en la Península Ibérica, concedida por Alfonso I para repoblar la zona recién conquistada a las tropas musulmanas. Su nombre “Escaladei” es por la visión que tuvo un pastor en que vio en sueños a unos ángeles subiendo al cielo de ahí el nombre “escalera de Dios”.
La cartuja se encuentra en un paraje increíblemente bello(si aún no habéis visitado el Priorat hacedlo) porque realmente es una maravilla, un lugar ideal para que los monjes cartujos pudieran llevar su vida eremítica de silencio y oración.
Escaladei sirvió como ejemplo para la fundación de otras muchas cartujas para toda la península, y durante siete siglos vivieron un periodo de esplendor arquitectónico y artístico con obras de la misma escuela de pintura religiosa de Escaladei. Además de la construcción de molinos y difundir y favorecer a la agricultura y como no la viña, de ahí la denominación de origen “Priorat”.
En el 1835 comenzó su declive, los monjes se vieron obligados a huir, quedando la cartuja abandonada y sin ningún tipo de protección o seguridad, convirtiéndose en las ruinas que vemos hoy en día, que por suerte se están restaurando poco a poco.
Retrato de Giovanni Battista Belzoni del pintor y retratista neerlandés Jan Adam Kruseman (1804-1862) , pero no hablaremos del pintor, sino del ingeniero y explorador Battista Belzoni (1778-1823) un interesantísimo personaje aventurero y egiptólogo del siglo XIX. Nacido en Padua y formado en ingeniería en Roma se traslado en el 1803 a Londres y se empleo como forzudo en circo (destacar que era un tipo de porte tosco y media más de 2 metros de altura).
En el 1814 conocería al almirante otomano Ismael Gibraltar que lo contrataría para trabajar en Egipto por sus dotes y conocimientos de ingeniería. Ya en Egipto Belzoni conocería a Henry Salt (un “espabilado” curioso inglés con no muy buena fama) al que contrataría como mano de obra para sus “expediciones”.
Gracias a su tamaño y fuerza destaco por ser capaz de retirar el busto de Ramsés II del templo de Ramsés (si habéis estado en el British Museum seguro lo habéis visto). Belzoni siguió explorando bajo la tutela de Salt pero sin prácticamente fondos, paso por Asuan, Nubia y intentó abrir el templo de Ramsés II en Abu Simbel, pero la falta de medios le fue imposible.
Descubrió estatuas y pequeñas tumbas, como en el Valle de los Reyes la de Mentuherjepeshef, príncipe de la Dinastía XX, hijo de Ramsés IX, pero aún insatisfecho siguió explorando hasta que el que sería el gran hallazgo de su vida, la tumba de Seti I, uno de los grandes faraones de la historia, hijo de Ramsés I y Sitra, gobernó más de una década y fue el iniciador de grandes construcciones como Karnak y Abidos, además era la tumba más larga del Valle de los Reyes.
Después de este gran hallazgo Belzoni siguió explorando y se desentendió de Salt por desavenencias económicas (como he dicho antes Salt era un “espabilado” por no decir un pirata… algo muy inglés), y logro adentrarse en la pirámide de Quefrén en 1818, aunque poco había que destacar en el interior de esta.
Años más tarde se vio obligado a marcharse por conflictos con Salt y otros iguales a el del gremio, pero no terminó ahí sino que una vez de vuelta a Londres organizaría una exposición de enorme éxito además de publicar un libro con sus hazañas. Años después en 1823 partir hacía Africa para una nueva aventura, pero murió por disentería en el Reino de Benin poniendo así fin a su vida y aventuras.
En la Edad de Bronce, entre el 2.200 y el 1.300 a.C se asentaron algunos de nuestros antepasados en la Motilla de Azuer en Castilla la Mancha.
Las montillas eran una tipología de asentamientos urbanos en la prehistoria universal, actualmente en Castilla la Mancha se conocen 32.
Esta fantástica obra de arquitectura de la Edad de Bronce de aspecto monumental, esta rodeada de unas murallas concéntricas en torno a una torre central. Era también un lugar que servia de almacenamiento de alimentos en grandes silos llenos de trigo, cebada, lentejas, guisantes, etc.
También habían grandes hornos de cocción para alimentos, metales y cerámica, pero lo que más llama la atención tal y como vemos en las imágenes es el patio en donde vemos que hay un estanque de agua, que es la estructura hidráulica más antigua de toda la Península ibérica y servía para satisfacer las necesidades de la población.
Como siempre decimos, vivimos en un país lleno de historia, cultura y lugares escondidos y desconocidos como este realmente mágicos.
Tres son los tipos de soportes arquitectónicos que existen: el pilar, la columna y la pilastra, pero sabríais decir cuáles son sus diferencias?
El más antiguo de ellos es el pilar (por lo general de forma cuadriforme), ya tenemos grandes ejemplos en la prehistoria como es el caso de Stonehenge, en donde ya apreciamos cual es su objeto, el de soportar las cargas del dintel sin deformarse o torcerse, este sistema pilar-dintel también aparecerá en la arquitectura de otras civilizaciones como la egipcia y la griega, y en diferentes etapas de la historia, como el románico o el gótico en donde evolucionarán en formas y en diseños hasta nuestros días.
La columna (de forma circular) también esta asociada a la arquitectura adintelada o arquitrabada, y estas pueden estar exentas o adosadas y además de la función estructural también tienen una función estética muy importante. Están compuestas por: basa, fuste y capitel, este último servirá para que cada civilización las ornamente con formas que se inspiraran de la naturaleza, palmiriformes en Egipto, hojas de acanto en Grecia o toros en Persia, entre otros muchos ejemplos.
La pilastra es un elemento que esta adosado al muro, y aunque en ocasiones pueda utilizarse para una función estructural por lo general suele desempeñar un papel decorativo, y como ocurre con la columna se divide en basa, fuste y capitel.
En la región japonesa de Kinki, cerca de Kioto, nos encontramos con este fantástico templo llamado Rokuon-ji(templo del jardín de los ciervos).
El Templo fue construido en el año 1397 como villa de descanso para shikaga Yoshimitsu, un importante comandante militar superior(«shogun» en lenguaje nipón) y comerciante de arte.
Este edificio consta de tres plantes de estilos diferentes, aunque lo más destacable sin duda, es el pan de oro que recubre prácticamente toda la fachada exterior.
El pabellón ha sufrido varios incendios a lo largo de la historia, por ello en el tejado hay un Ave Fénix haciendo alusión al resurgir de sus cenizas.
La triste historia de la biblioteca de Cincinnati, levantada en el 1874 y demolida en el 1955 por falta de fondos. Fue la biblioteca más espectacular de Estados Unidos, con escaleras de caracol, suelos de mármol y altísimos techos que la convirtieron durante 85 años en un lugar casi místico.
Se cree que esta biblioteca y sus grandes estanterías con más de 1,5 millones de libros, podrían haber servido como inspiración a J. K. Rowling, cuando escribió Harry Potter.
Otro edificio emblemático que tendría que haber pasado a la historia, pero que por culpa de la falta de fondos lo transformaron en un parking y en un edificio de oficinas, una desgracia.
Durante más de diez años, el estudio de arquitectura de Gropius construyó junto con su socio Adolf Meyer en Alfeld, un complejo de fábricas para la marca de hormas de zapatos Fagus, que incluía varios edificios, para la fabricación, el almacenaje y la administración. Anteriormente Gropius ya había intentado conseguir de distintas formas una solución menos lóbrega y más artística a los problemas que tenía la arquitectura de las industrias. Algunos ejemplos los podemos ver en los edificios que construyó en Behrens para la compañía AEG entre el 1908 y el 1909 en Berlín. Esta experiencia le sirvió para su materialización en la arquitectura industrial, en que pretendía que las formas técnicas y artísticas se adecuaran mejor a las exigencias industriales que tan oscuras habían sido hasta el momento, aportando siempre funcionalidad a la estética de las nuevas industrias.
La Fábrica se realizó en diferentes fases, el primer sector que es el que se corresponde a la imagen de abajo fue realizada en el primer periodo antes de la I Guerra Mundial entre los años 1911 y 1914.
Los diferentes edificios del gran complejo industrial, se fueron construyendo paulatinamente teniendo en cuenta las diferentes funciones que se llevarían a cabo en cada una de las distintas zonas. El edificio de oficinas destaca por los muros transformados en amplios ventanales de acero, que se convertirá en uno de los primeros ejemplos de muro de cortina que servirá para influenciar a los próximos arquitectos modernos.
Las demás zonas que componen la fábrica, están divididas en dos edificios ( y otros dos pequeños de no tanta importancia), uno de ellos será el de producción y el otro el de almacenamiento de mercancías, ambos adaptados a su función y utilidad. Los almacenes dispondrán de cuatro plantas, mientras que el de la zona de producción estará todo en una misma planta.
Esta fábrica es un ejemplo de construcción industrial que supone un punto de inflexión en la arquitectura moderna, que lo que se busca desde el inicio es alejarse de los convencionalismos tradicionales de la construcción industrial y marcar una nueva tendencia, en que un edificio del sector industria ademas de funcional pueda ser estéticamente bello.
En la Catedral de León encontramos algunas de las vidrieras más fantásticas que tenemos en este país, realizadas en tres etapas diferentes, en periodo gótico, entre los siglos XIII y XV (este primer periodo coincide con el reinado de Alfonso X el Sabio), el segundo periodo es a mitad del siglo XVI en pleno renacimiento, y teminada en el siglo XIX ya en periodo neogótico.
Todas las vidrieras de esta catedral se han realizado aunque sea en diferentes etapas mediante las mismas técnicas medievales. Los materiales básicos de las vidrieras eran el vidrio y el plomo.
El primer paso consiste en que el pintor realizaba un dibujo preparatorio a una escala más pequeña para luego trasladarla a otro material como tela, cartón o papel con las mismas dimensiones que la vidriera a realizar. Estas piezas se cortaban mediante puntas de hierro incandescentes o más adelante (a partir del siglo XV) con punta de diamante.
La pintura en las vidrieras se obtenía mediante el uso de vidrios de colores mezclando sustancias colorantes con pasta vítrea fundida, aunque también se podía hacer con la yuxtaposición de diferentes vidrios.Después se añadía pintura a las vidrieras mediante el método de la «grisalla», añadiendo la coloración (en la superficie) de una manera muy laboriosa para finalmente volver a cocer las piezas a una temperatura algo más baja que la de la fundición para que se adhieran los «pigmentos».
Ya enfriado se pasaría al paso final, se introducían en listeles de plomo soldados entre sí con estaño y ya se insertaban en el bastidor de hierro para colocarse en el vano de la ventana.
En el norte del continente africano, en países como Marruecos, Argelia y Túnez entre otros, realizadas por tribus beréberes, existen un tipo de construcciones a base de adobe y tapial conocidas como Ksars.
El término en árabe magrebí significa «castillo» aunque hace referencia más bien en sentido general a “ciudad fortificada» o «fuerte» ya que dentro de estos recintos existían además de viviendas, lugares comunes como, mezquitas, graneros, baños, hornos, tiendas, etc.
¿Qué es el adobe y el tapial?
El adobe podía asemejarse a un ladrillo crudo, oreado y secado al sol, mezcla de tierra húmeda con paja, hojas de pino o crines que sirven para aligerar la pieza.El tapial es un conglomerado compuesto por tierras arenosas, arcilla y agua, construido sobre un zócalo estable y aislante normalmente de piedra.
¿Si sois aficionados al cine de ciencia ficción, os suenan estas imágenes, de que película son?
Hace ya más de 6000 años que antiguas civilizaciones mesopotámicas utilizaban ya un tipo de cúpula muy sencilla para la construcción de sus humildes cabañas. También en Oriente Próximo, la India y regiones a orillas del mediterráneo. Pero no fue hasta la llegada del imperio romano cuando la cúpula evolucionaría tal y como la conocemos hoy en día, ligada también a la mejora de las cualidades de otro preciado material en la construcción, el hormigón, con el ejemplo que todos conocemos como estandarte de este elemento arquitectónico, «el Panteón de Roma».
Después de los romanos, fueron los bizantinos los encargados de seguir con este elemento arquitectónico que crea grandes espacios amplios y diáfanos como vemos en Santa Sofía.
Durante la Edad Media, se perdió levemente para dar paso a algo que lo substituiría hasta el renacimiento en muchas iglesias y catedrales, el cimborrio.
En el renacimiento se volverá a recuperar la cúpula, de la mano de Brunelleschi veremos la majestuosa cabecera de la catedral de Santa María de Fiori cubiera con una fantástica cúpula.
A lo largo de la historia distintas culturas y civilizaciones harán gran honor a la cúpula, como el del fascinante Taj Mahal, las iglesias ortodoxas rusas con cúpulas bulbosas, o en el siglo XX con el avance de nuevos materiales la cúpula geodésica que construyó Richard Buckminster Fuller en la exposición universal de Montreal en el 1967.