En las cercanías del templo de Ramsés II un equipo de arqueólogos encontró este año 2017 una colosal estatua que pertenció al faraón Psamético I, que gobernó 600 años más tarde del que se pensaba que era primeramente la escultura, Ramsés II.
La estatua se encontró en un barrio pobre de El Cairo, mide ocho metros de altura y tiene tres mil años de antigüedad, es sin duda uno de los hallazgos arqueólogicos más importantes de Egipto de los últimos años.
Los expertos revelaron al estudiar a fondo la pieza, que algunos detalles como la forma de la corona y los rasgos faciales pertenecían a las características utilizadas en otros períodos del Antiguo Egipto, además de encontrar otras reliquias con inscripciones que ayudaron a confirmar que la estatua pertenecía al periodo de Psamético I.
El faraón Psamético I pertenece a la XXVI dinastía y llegó al poder a comienzos del denominado «imperio tardío», un periodo en que Egipto batallaba con los asirios por la independencia de su reinado, algo que tras varias campañas bélicas logró en sus más de cincuenta años de reinado, eliminando los últimos vesitigios de la dinastía Nubia y teniendo unas frutíferas relaciones con los griegos.
Este coloso, un gran hallazgo de la siempre venereda cultura del Antiguo Egipto será una de las grandes piezas expuestas en el «Gran Museo Egipcio» que se espera que habrá sus puertas en el año 2018, que aunque lleva 15 años de retrasos culpa de revueltas, robos y crisis económica, habrán mas de cinco mil piezas expuestas, algunas nunca enseñadas al público con piezas nuevas y algunas tan importantes como las pertenecientes a uno de los faraones más famosos encontradas por el egiptólogo Howard Carter en el 1922 en la tumba de Tutankamón.