La primera parte de la obra de Goethe “Fausto” apareció por primera vez en el 1808 y rápidamente se hicieron adaptaciones, ilustraciones y traducciones, en gran cantidad de idiomas y en el 1824, Albert Stapfer hizo la primera traducción al francés.
Delacroix que era prácticamente el pintor estandarte de los artistas románticos franceses y un apasionado del teatro que asistía habitualmente a los teatros de Paris, y tampoco dejaba de ir de espectáculos en ninguno de sus viajes, en el 1825 asiste en el teatro Drury Lane de Londres a la representación de Fausto de la que queda totalmente impresionado.
Charles Motte conocedor de como le gusto a Delacroix “Fausto” le ofrece en el 1826 ilustrar la traducción de Stapfer, a lo que el Delacroix como no podía ser de otra manera acepto con gran gana. Se le encargaron diecisiete litografías, en que Delacroix se apodera de la historia otorgándole el sentimiento puro más característico del romanticismo. En la primera litografía de la serie aparece “Mefistófeles en el aire”, que vuela por encima de una ciudad medieval en donde parece que triunfa la vanidad.