En el 1967 se celebró en Montreal una de las más importantes exposiciones universales, con «el hombre y su mundo» como tema de la exposición. La idea proviene de un libro del mismo autor que «Le Petit Prince», Antoine de Saint-Exupéry, del libro «Tierra de Hombres».
Uno de los pabellones más destacados de la exposición, y símbolo de esta fue el que construyó el arquitecto y visionario, Richard Buckminster Fuller, para representar a los Estados Unidos. Se trata de una cúpula geodésica de más de 67 metros de diámetro, con una estructura metálica y recubierta de un polímero transparente.
Con este tipo de cúpulas, «Bucky» que llevaba más de veinte años trabajando en ellas, quería promover una mentalidad más responsable de las obras que realizaban los arquitectos para una mejor eficiencia de los materiales, integridad estructural, modularidad y un diseño sostenible y respetable con el medio ambiente.
En su interior se podía albergar desde pequeños comercios, a bloques de pisos. Era un pequeño mundo en el que se podía controlar el clima y albergar animales y vegetación.
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