En el antiguo Egipto preocupaba mucho lo que ocurría una vez llegaba la muerte, creían que una vez muertos viajaban a la tierra de los muertos para continuar viviendo allí, pero antes de llegar ahí tenían que pasar un seguido de «pruebas» y por ello precisaban de una guía a la que llamaban «el Libro de los Muertos».
Alguno de los más populares y conocidos son el Papiro de Ani (hacia el año 1300 a. C. en la dinastía XIX) o este que vemos en la imagen, el Papiro de Hunefer, escrito aproximadamente entre 1310 y 1275 a. C. durante la Dinastía XIX, cuando se realizó medía más de cinco metros de largo.
Este Libro de los Muertos se realizo para el escriba real de Hunefer, quién fue supervisor del ganado de la realeza y mayordomo del rey Seti I y su esposa llamada Nasha fue sacerdotisa de Amón en Tebas.
En la imagen vemos el juicio de Osiris y el pesaje del corazón de Anubis (dios de los enterramientos con cabeza de chacal) en la balanza de Maat mientras Thot (dios de la sabiduría con cabeza de ibis) mira el resultado para ver si le permite pasar a mejor vida o será devorado por la criatura Ammyt (cabeza de cocodrilo, cuerpo de león y parte trasera de hipopótamo).