Uno de los mosaicos más impresionantes de la Grecia Helenística es el «Mosaico de Alejandro», realizado en el 325 a.C. por Filoxeno de Eretria.
Hallado en la Casa del Fauno de Pompeya, en esta majestuosa pieza musivaria vemos la batalla de Alejandro Magno contra Darío, y describe el momento de la huida del ejército persa ante las fuerzas macedonias.
Bajo las aguas del mediterráneo, muy cerca de Pompeya y Herculano encontramos las ruinas arqueológicas de lo que fue en la edad de oro del imperio romano la ciudad de Baia.
Esta ciudad era el lugar donde la aristocracia y los emperadores se construyeron mansiones y villas con un lujo tan grande en los materiales que casi rivalizaba con la misma Roma, con magníficos mosaicos, pinturas, esculturas de mármol, etc.
En las imágenes vemos esculturas de ninfas, que en muchas ocasiones servían como suministro de aguas naturales. Este «Ninfeo» en concreto perteneoció al emperador Claudio en su «spa» personal en el que la temperatura del agua era un lujo gracias a la cercanía con el monte Vesubio y su actividad volcánica, que igual que dio estos pequeños lujos, más adelante los arrebató, no con sus cenizas pero si por el «bradisismo» que poco a poco sumergió la tierra por debajo del nivel mar.
Uno de los mosaicos más importantes del arte clásico es el que se realizó en el periodo alejandrino en el siglo I a.C. a finales del período helenístico en la antigua Praeneste, es el conocido como «mosaico de Palestrina».
Este fabuloso mosaico de más de cinco metros de ancho y cuatro metros de alto podemos ver la vida y la fauna que había a modo de escenas alrededor del rio Nilo, algo que nos da un ejemplo de la fascinación que sentían los romanos por el exotismo, la civilizacion y las costumbres egipcias.
En un marco con forma de arco se nos presentan, cabañas, palacios, templos, barcas, etc. y aparecen también una gran variedad de escenas en la que se aprecia la vida y los quehaceres cotidianos de egipcios, griegos ptolemaicos y africanos etíopes cazando, junto con una gran diversidad de vegetación y especies animales, incluyendo algunas especies de fantasía.
Este tipo de representaciones entran dentro de la categoría de nilóticas, y no sería la única pero si una de las más importantes.