Fundada en el 1194 la cartuja de Escaladei es la primera construida en la Península Ibérica, concedida por Alfonso I para repoblar la zona recién conquistada a las tropas musulmanas. Su nombre “Escaladei” es por la visión que tuvo un pastor en que vio en sueños a unos ángeles subiendo al cielo de ahí el nombre “escalera de Dios”.
La cartuja se encuentra en un paraje increíblemente bello(si aún no habéis visitado el Priorat hacedlo) porque realmente es una maravilla, un lugar ideal para que los monjes cartujos pudieran llevar su vida eremítica de silencio y oración.
Escaladei sirvió como ejemplo para la fundación de otras muchas cartujas para toda la península, y durante siete siglos vivieron un periodo de esplendor arquitectónico y artístico con obras de la misma escuela de pintura religiosa de Escaladei. Además de la construcción de molinos y difundir y favorecer a la agricultura y como no la viña, de ahí la denominación de origen “Priorat”.
En el 1835 comenzó su declive, los monjes se vieron obligados a huir, quedando la cartuja abandonada y sin ningún tipo de protección o seguridad, convirtiéndose en las ruinas que vemos hoy en día, que por suerte se están restaurando poco a poco.