Tipologías arquitectónicas romanas.

Hoy os preguntamos si conocéis cuáles son las tipologías arquitectónicas romanas más importantes. Y nos interesa saber a parte de si tenéis alguna construcción favorita, que nos remarquéis y nos informes de aquellos que tenéis más cerca de casa, en vuestros pueblos y ciudades, esos que no son portada de revista o que no son los que siempre suelen aparecer en los libros de historia del arte ni en las guías de turismo, para poder hacer repercusión y en un futuro no muy lejano poder así publicar sobre ellos y hacer más propaganda de nuestro patrimonio «olvidado», nos ayudáis?

Estos son las tipologías más importantes:

  1. Templos.
  2. Basílicas.
  3. Teatros.
  4. Circos y anfiteatros.
  5. Termas.
  6. Arcos de triunfo.
  7. Columnas conmemorativas.
  8. Puentes y acueductos.
Un ejemplo de templo romano, la Maison Carrée Nimes en Paris (Francia).
Ejemplo de templo romano, la Maison Carrée Nimes (Francia).
Ejemplo de basílica, basílica romana de Pompeya (Italia).
Ejemplo de basílica, basílica romana de Pompeya (Italia).
Ejemplo de teatro, teatro de Mérida (España).
Ejemplo de teatro, teatro de Mérida (España).
Ejemplo de teatro, el coliseo de Roma (Italia).
Ejemplo de teatro, el coliseo de Roma (Italia).
Ejemplo de termas, termas de Caracalla, Roma (Italia).
Ejemplo de termas, termas de Caracalla, Roma (Italia).
Ejemplo de arcos, arco de Constantino, Roma (Italia).
Ejemplo de arcos, arco de Constantino, Roma (Italia).
Acueducto de Segovia.
Ejemplo de acueducto, acueducto de Segovia, España.

¿Hacemos un repaso rápido?

Mosaico del Nilo de Palestrina

Uno de los mosaicos más importantes del arte clásico es el que se realizó en el periodo alejandrino en el siglo I a.C. a finales del período helenístico en la antigua Praeneste, es el conocido como «mosaico de Palestrina».

Este fabuloso mosaico de más de cinco metros de ancho y cuatro metros de alto podemos ver la vida y la fauna que había a modo de escenas alrededor del rio Nilo, algo que nos da un ejemplo de la fascinación que sentían los romanos por el exotismo, la civilizacion y las costumbres egipcias.

En un marco con forma de arco se nos presentan, cabañas, palacios, templos, barcas, etc. y aparecen también una gran variedad de escenas en la que se aprecia la vida y los quehaceres cotidianos de egipcios, griegos ptolemaicos y africanos etíopes cazando, junto con una gran diversidad de vegetación y especies animales, incluyendo algunas especies de fantasía.
Este tipo de representaciones entran dentro de la categoría de nilóticas, y no sería la única pero si una de las más importantes.

Detalle del Mosaico de Palestrina.
Detalle del Mosaico de Palestrina.

La mirada del otro, escenarios para la diferencia.

Este mes de Junio se ha presentado en el Museo del Prado de Madrid, una exposición inscrita dentro del marco de actividades con motivo de la celebración del World Pride de Madrid 2017.

La exposición recorre una colección de obras permanentes ya expuestas en su mayoría en el museo, a través de una selección de 30 obras formadas por pinturas, esculturas y dibujos pertenecientes a algunos de los mayores genios y artistas de la historia como Ribera, Rubens, Caravaggio, Botticelli o Goya entre muchos otros. El relato expositivo nos hace un recorrido a lo largo de la historia en cuatro partes en la que tratan sobre el «concepto del amor» entre iguales, en como se ha vivido desde la época clásica hasta día de hoy, pasando por la aceptación, el rechazo y la persecución y la intolerancia que ha sufrido a lo largo de la historia.

Distribución de la exposición:

1. Amistades inmortales.

Como bienvenida a la exposición, el Museo del Prado nos traslada al periodo Clásico de Grecia y Roma previa al cristianismo en donde había tolerancia y aceptación, y se vivía con naturalidad las relaciones entre iguales.

Antinoo 131 - 132. Mármol blanco de Carrara, 97 x 70 cm.
Antinoo, 131 – 132.  Mármol blanco de Carrara.

Una de las leyendas es que Antinoo era un joven que salvó al emperador Adriano, y este le rindió culto por la admiración y la supuesta relación que tuvieron, construyó multitud de templos y esculturas en su honor.

2. Perseguir los deseos.

Una época y periodo cruel de la historia, culpa de los prejuicios religiosos y los tribunales civiles en que los hombres y mujeres que tenían relaciones con personas del mismo sexo eran acusados, humillados y muchas veces sacrificados. Fue un periodo en el que se persiguió a artistas y obras en donde las relaciones entre iguales estaban penalizadas y castigadas.

Escenas de La historia de Nastagio degli Onesti 1483. Técnica mixta sobre tabla, 83 x 138 cm.

3. El cuerpo y su imagen.

Siguiendo con el mismo periodo de intolerancia, comenzaron a aparecer otras formas y transformaciones en la sociedad en donde mediante personajes disfrazados se comienza a ver a individuos travestidos o de transgénero con ropa de mujer, aunque fuese más bien como significado de mofa o burla.

 

Hermafrodito Matteo Bonuccelli Bronce, alto: 61 cm.; ancho: 160 cm.; fondo: 60 cm 1652
Hermafrodito,1652, Matteo Bonuccelli, escultura de bronce.

4. Amar como los dioses.

Ya casi a finales de la exposición podemos apreciar como con el tiempo todas esas obras que fueron perseguidas a partir del cristianismo y de la Edad Media, comenzaron no a ser toleradas sino más bien aceptadas en las élites más cultas en donde el prejuicio de la iglesia y de las persecuciones civiles ya no tenia cabida. Se aceptó este tipo de iconografía, pero más bien como algo del pasado, como de cuentos, dioses y mitología que seguían sin ser bien vistas como practica en la sociedad de la época.

El rapto de Ganímedes 1636 - 1638. Óleo sobre lienzo, 181 x 87,3 cm.
El rapto de Ganímedes, 1636 – 1638. Óleo sobre lienzo.

Otras miradas

Como si ya la exposición no pudiese ser más completa y con todas estas grandes obras de artes, se le añaden dos obras excepcionales y poco conocidas como son «El maricón de la Tía Gila de Goya», y el Cid de Rosa Bonheur, que se despiden de una de las grandes exposiciones que podremos visitar en este país hasta el 10 de Septiembre de este mismo año.

 


VIDEO DE PRESENTACIÓN DE LA EXPOSICIÓN

Anfiteatro de Pula.

Imaginaros estar disfrutando de una ópera, un concierto de música clásica o una obra de teatro en el mismo lugar en el que hace 2000 años habían disfrutado también una de las civilizaciones más prosperas y famosas de todos los tiempos, la romana.

Arco de medio punto desde donde se aprecia el interior del anfiteatro.

Bautizada por los romanos con el nombre de «Pietas Julia», y ubicada junto al mar encontramos la ciudad de Pula (Croacia), y en ella uno de los siete anfiteatros mejor conservados en la actualidad y el único que cuenta con cuatro torres y con los tres órdenes arquitectónicos clásicos (jónico, dórico y corintio).

Anfiteatro de Pula.
Imagen del Anfiteatro de Pula.

Realizada a las afueras de la ciudad junto a la «Via Flavia» que comunicaba Pula con las dos grandes ciudades del imperio, Aquilea y Roma, fue construido alrededores del siglo I, entre los años 27 a.C. y 81, en un momento de esplendor del imperio romano, convirtiendo la ciudad en el centro de poder romano en la región de Istria.

La historia del anfiteatro comienza bajo el reinado de César Augusto, que fue una pequeña construcción de madera para más adelante convertirse en un pequeño recinto de piedra bajo el reinado de Claudio hasta que en el año 81 durante el mandato del emperador Tito fue totalmente completado.

Algo muy característico de esta construcción es el material con el que esta hecho, son sillares de piedra caliza de la misma Istria, un material muy preciado por los constructores y los emperadores romanos.

Exterior del Anfiteatro de Pula.
Exterior del Anfiteatro de Pula.

La parte más alta del edificio es de treinta metros de altura, pero no es así en todo el perímetro ya que esta adaptado al desnivel del terreno, teniendo parte con tres alturas y otras con dos. En los dos primeros pisos hay setenta y dos arcos de medio punto, y en el superior 64 arcos adintelados.

El interior o la planta del anfiteatro es de más de 130 metros, la cávea o gradas daban asiento a 23.000 espectadores aproximadamente en sus cuarenta escalones que podían estar protegidos con «velarii», que eran uno grandes toldos que protegían a los espectadores del sol y la lluvia.

Interior del Anfiteatro de Pula.
Interior del Anfiteatro de Pula.

El anfiteatro como tal es muy parecido al que se construye simultáneamente en Roma, con sus pasillos y dependencias subterráneas para cobijar fieras y gladiadores y las diversas dependencias y almacenes debajo de las gradas. Sin duda lo más destacable de esta construcción que se diferencia de las demás es la de sus cuatro torres que se utilizaban a modo de cisternas con agua perfumada que se utilizaba tanto para abastecer como  para rociar a los espectadores.

 


CURIOSIDADES DEL ANFITEATRO DE PULA

  • Fue un lugar en el que en el siglo IV fue martirizado un cristiano llamado Germanus.
  • El anfiteatro dejo de usarse en el siglo V cuando el emperador Honorio prohibió la lucha de gladiadores.
  • Durante los próximos siglos sufrió el expolio y fue utilizado para que el ganado pastoree y para albergar ferias.
  • En el 1583 la República de Venecia quería llevarse el anfiteatro a su ciudad, algo que fue popularmente rechazado.
  • Y a partir del siglo XIX comenzó otra vez a restaurarse hasta día de hoy para volver otra vez a ofrecer un gran abanico de posibilidades, cultura y entretenimiento.

 

 

Apolo de Veyes, escultura etrusca.

La civilización etrusca es una cultura que lamentablemente nos ha dejado pocos elementos para analizar que nos dejen apreciar su magnificencia cultural, aunque con lo poco que tenemos llegamos a la conclusión que fue un pueblo brillante que sirvió de influencia a posteriores civilizaciones como la romana.

Los expertos datan el nacimiento del pueblo etrusco en la Edad de Hierro en el norte de Italia, con raíces en la cultura villanobiana, por los restos arqueológicos encontrados a mediados del siglo XIX en «Villanova di Castenaso» a poco más de diez kilómetros de Bolonia. También el célebre romano Dionisio de Halicarnaso afirmaba que la cultura etrusca era una clara evolución de la villanobiana.

Las primeras piezas escultóricas que encontramos son las de tipo ceremonial y religioso, que son urnas cinerarias en forma de cabaña, que era en donde se guardaban las cenizas tras la incineración del difunto y estaban reproducidas fielmente a como era la «domus» del fallecido, algo que nos habla también de la importancia del hábitat doméstico para los etruscos.

Hasta la fecha solo se conoce a un gran escultor etrusco, Vulca de Veyes, al que se le considera el autor de otras obras tan importantes como el Zeus que se hallaba en el templo de Júpiter o la Loba Capitulina.

El Apolo de Veyes es una escultura exenta, que se data entre los años 550 y 520 a.C. la etapa conocida como el etrusco tardío y fue descubierta en el año 1916, y formaba parte del Templo de Portonaccio.

La escultura la encontramos en el Museo de Villa Giulia, Roma.

En esta espectacular escultura de terracota vemos influencias orientales y de la Grecia Arcaica, en su rostro podemos apreciar los mismos rasgos que tenían esculturas como «El Moscóforo» o «El Jinete Rampin», ojos almendrados, nariz recta y la indudable sonrisa arcaica que tanto caracterizaba a la esculturas de este periodo griego, además de un naturalismo y movimiento de la figura que ya no era tan característico de la etapa arcaica griega.

El Apolo de Veyes se cree que formaba parte de un grupo escultórico de diferentes esculturas en donde se narraban los doce trabajos del semidiós de la mitología griega Heracles, hijo del dios de dioses Zeus y la reina humana Alcmena. Esta reproducción representaba el tercer trabajo del héroe en el que tenía que capturar a la cierva Cerinea con cornamenta de oro para que llevara el carro de Artemisa, y vemos a Apolo en supuesto movimiento acercándose a Hércules para ayudarle en su captura.

La cultura etrusca sin duda es otra etapa fascinante que se vivió como muchas otras a las orillas del mediterráneo, se nutrió de pueblos vecinos y sirvió de referencia a algunas de las civilizaciones más importantes, dándoles una asombrosa lección en decoración, técnica y creatividad.

El vaso François

Realizado por el alfarero Ergótimos y el pintor Klitias alrededor del año 570 a.C. en la Grecia Ática, el Vaso François es una pieza de cerámica correspondiente a la técnica de las figuras negras (pintura negra sobre fondo rojizo claro).

El nombre se debe gracias a Allesandro François, que fue quien la encontró en una tumba etrusca en Chius (Italia). Es una pieza cerámica, más concretamente una crátera, que se utilizaba para mezclar vino y agua y se disponían en los simpsosiums (banquetes) para que los comensales se sirvieran ellos mismos.

Está decorada con seis frisos y 270 figuras, que forman diferentes escenas y inscripciones en las que vemos escenas mitológicas como la de Teseo en el laberinto del minotauro o el regreso de Hefeso al Olimpo, entre muchas otras. Es una de las piezas más importantes conservadas de la época por su estilo técnica, belleza y estilo orientalizante, casi a las puertas del naturalismo griego.